A 150 kilómetros de la populosa La Paz, la ciudad de Copacabana transcurre en las márgenes del ancestral lago Titicaca. Es un destino que recibe a cientos de turistas que llegan para embarcarse hacia la Isla del Sol, pero antes de hacerlo, nobleza obliga, la ciudad merece ser recorrida para conocer su perfil religioso.
Copacabana, cada mañana se refleja en ese espejo azul profundo, donde la inmensidad se hace horizonte líquido. El lago navegable más alto del mundo, que dio origen a la mitología inca, genera postales soñadas de atardeceres apacibles que al verlos uno promete volver.
El paisaje es poético, está rodeado por una cadena de altas montañas con nieves eternas y un firmamento que parece más turquesa que en cualquier sitio del mundo. Los ocasos son musicalizados por el repicar de las campanas de uno de los templos más importantes y visitados de Bolivia, la Basílica Nuestra Señora de Copacabana.
La iglesia, reconstruida hace más de 400 años, ostenta una imponente belleza y una gran colección de objetos religiosos. El templo se convirtió en un centro de peregrinación, un santuario para locales y extranjeros que la recorren asombrados por sus detalles mientras dejan allí, entre esos muros del pasado, alguna plegaria a la Virgen de Copacabana, conocida como la “Reina de la Nación”.
Algunos días de la semana están dedicados a la «Bendición de las Movilidades», las personas llevan a bendecir sus automóviles, el momento se celebra con largas colas de autos que las familias decoran para la ocasión. Una ceremonia que se vive con devoción.
Esa atmósfera religiosa también se vive en el Cerro del Calvario, que se erige en la ciudad a más de 4 mil msnm y que requiere de un esfuerzo considerable y de profundas bocanadas de oxígeno para subirlo.
Desde la cima, luego de avanzar por las 14 estaciones de la Vía Crucis, se obtienen unas vistas espectaculares del Titicaca, uno de los territorios más místicos de Sudamérica.
Desde arriba, solo hay que contemplar y desear profundamente esos sueños que nos impulsan a vivir la vida.
A prayer on the banks of the Titicaca
150 kilometers from the populous La Paz, the city of Copacabana runs along the banks of the ancient Lake Titicaca. It is a destination that receives hundreds of tourists who arrive to embark towards the Isla del Sol, but before doing so, nobility obliges, the city deserves to be traveled in order to know its religious side.
Copacabana. Every morning it is reflected in that deep blue mirror, where the vastness becomes a liquid horizon. The highest navigable lake in the world, which gave rise to Inca mythology, generates dream-like postcards of gentle sunsets that make one promise to return upon glancing at them.
The landscape is poetic, surrounded by a chain of high mountains with eternal snow and a sky that looks more turquoise than anywhere in the world. The sunsets are musicalized by the ringing of the bells of one of the most important and visited temples in Bolivia, the Basilica of Our Lady of Copacabana.
The church, rebuilt more than 400 years ago, boasts an impressive beauty and a large collection of religious objects. The temple became a pilgrimage center, a sanctuary for locals and foreigners who walk through it, astonished by its details while leaving there, among those walls of the past, some prayer to the Virgin of Copacabana, known as the “Queen of the Nation”.
Some days of the week are dedicated to the «Blessing of the Vehicles». People take their cars to be blessed, the moment is celebrated with long lines of cars that families decorate for the occasion. A ceremony that is lived with devotion.
That religious atmosphere is also lived in the Cerro del Calvario, which stands in the city at more than 4 thousand meters above sea level and requires considerable effort and deep breaths to climb it.
From the top, after advancing through the 14 stations of the Via Crucis, you get spectacular views of the Titicaca, one of the most mystical territories in South America.
From the top, one must only contemplate, and deeply desire those dreams that drive us to live life to the fullest.