La revista DESTINOS tuvo el grato placer de conversar con el Doctor Dunstan Espinoza Camacho, nacido en Cochabamba el 21 de marzo de 1967 y formado en Medicina en la Universidad San Simón.

Cursó una especialidad en Cirugía General en la Universidad de Chile, egresando con Distinción Máxima, y una subespecialidad en Cirugía Oncológica en el Instituto Nacional del Cáncer de Santiago de Chile, donde actualmente se desempeña como Jefe de la Unidad de Cirugía junto a un equipo de 90 profesionales.

Compartimos con ustedes sus logros que son el reflejo de su esfuerzo, perseverancia y disciplina.

¿Cómo fue su ingreso al Instituto?

Hice la Subespecialidad en Cirugía Oncológica en el Instituto del Cáncer en Chile, y al terminar la formación me incorporé como cirujano oncólogo del equipo de mama.

¿Qué significa para usted trabajar en un Instituto tan prestigioso?

El Instituto Nacional del Cáncer de Chile es un centro de referencia nacional para el diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y cuidados paliativos de pacientes con cáncer. Pertenece a la red del sistema público de salud y está a la vanguardia en conocimientos y tecnología. El Instituto pone un énfasis importante en la rehabilitación de pacientes con cáncer que implica cirugías reconstructivas con técnicas microquirúrgicas tanto en cabeza y cuello como en mama.

Para mí es un orgullo trabajar en una institución pública que atiende al 80% de la población chilena.

¿Cuáles considera que han sido sus más grandes logros?

Además de ser Jefe de Cirugía también me desempeño como Jefe del Equipo de Mama. Personalmente me siento orgulloso por haber mejorado la gestión hospitalaria en el ámbito de la cirugía, siendo la incorporación de técnicas quirúrgicas cada vez más complejas uno de mis mayores logros.

En el equipo de mama hemos desarrollado diferentes técnicas de cirugía reconstructiva de mama porque considero que la reconstrucción mamaria es parte indispensable del tratamiento integral del cáncer ya que permite devolverles a las mujeres, la autoestima, la femeneidad y la sensualidad, todo lo cual fue plasmado en el libro que publiqué el año 2018, con testimonios escritos y fotográficos de nuestras pacientes reconstruidas.

Otro logro importante es la continua formación de especialistas, cirujanos mastólogos.

¿Qué metas le quedan por cumplir?

En lo laboral, aportar en la implementación de una red nacional de cáncer que incorpore la detección temprana, el diagnóstico oportuno, el tratamiento integral y la rehabilitación a pacientes con cáncer.

En lo personal, me gustaría algún día aportar en la implementación de un Plan Nacional del Cáncer en Bolivia.

¿Qué es lo que más extraña del país? ¿Ha pensado en volver a Bolivia?

Lo que más extraño es la familia, los amigos, las costumbres, el clima y los paisajes.

Siempre pienso en volver, cuando complete mis metas en Chile, volveré a Bolivia.

¿Qué recomendación le puede dar a los jóvenes bolivianos?

Que en la vida nada es imposible, todo depende de los objetivos que uno se plantee. El esfuerzo, la perseverancia y la disciplina son fundamentales para lograr las metas propuestas. Que no se deben desaprovechar las oportunidades.