Una de las mejores fechas para conocer y participar de la festividad más importante de los creyentes católicos que se replica en cada región del país es en Semana Santa.
Tanto en la zona andina, de los valles y los llanos de Bolivia la celebración inicia el Domingo de Ramos con la bendición de hojas de palma trenzadas; el Jueves Santo las familias bolivianas acostumbran a visitar al menos 7 iglesias para acompañar, espiritualmente, a Jesús; el Viernes Santo, multitudinarias reproducciones del Vía Crucis se realizan en distintas parroquias y concluye con la gran celebración del Domingo de Resurrección o Pascua.
El Domingo de Ramos, que este año es el 14 de abril, se conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, cuando fue aclamado por la multitud con ramas de diversos arbustos, es por ello que los feligreses asisten a la iglesia con ramos que luego son bendecidos por el sacerdote.
En la maravillosa La Paz miles de feligreses se preparan para realizar una caminata desde la ciudad hasta el santuario de la Virgen de Copacabana, a orillas del lago Titicaca. Un trayecto de más de 150 kilómetros que cubren los peregrinos durante tres días. Un tiempo de reflexión y recogimiento espiritual donde luego muchas familias aprovechan para dar paseos en el Lago Titicaca y la Isla del Sol.
Una costumbre de Viernes Santo es evitar comer carne roja como un acercamiento a Dios. Es una oportunidad para degustar sabrosos platos a base de carne blanca como sopa de papa pica, sajta de papalisa, ch`uma de lacayote, quesumacha, papas a la huancaina, phisara de quinua, pejtu de habas, guiso de cochayuyo (alga del lago Titicaca) y humintas. Comidas que se acompañan con una copa de vino dulce.
En Oruro los feligreses participan del Vía Crucis al Sagrado Corazón de Jesús donde realizan oraciones en cada una de las estaciones. El Viernes Santo, artistas de diferentes partes del país se reúnen en los arenales de Cochiraya para plasmar enormes figuras inspiradas en la fe en Cristo, obras de arte que invitan a admirar y reflexionar sobre el mensaje que transmite cada una de ellas. En las bellas Iglesias de la Villa Imperial de Potosí, el Jueves Santo recuerdan la última cena del Señor, el lavatorio de pies y se realizan las visitas. Este día, las familias que tienen posibilidades preparan y comparten 12 platos tradicionales de Semana Santa que recuerdan la última cena de Jesús con sus discípulos, estos incluyen sopa de huevos de gallina, locro de calabazas, ají de sardinas, tomatada, humintas de choclo, asado de pescado, ají de salmón, bocadillos de zanahoria, bocadillos de arroz, de cebolla verde, tortilla de garbanzos y arroz con leche.
En Chuquisaca, las celebraciones inician el domingo a primeras horas con la bendición de los ramos en la plaza 25 de Mayo. El Jueves, sabrosos platos típicos llenan las mesas con sopa de leche, ajipa, ají de arvejas, locro con queso y choclo y otros platillos elaborados con carne blanca, en conmemoración a la última cena del Señor con sus 12 apóstoles. En los restaurantes y mercados tradicionales ofrecen variedad de pescados como sábalo, trucha, surubí, pacú y pejerrey. El viernes Santo es la gran procesión del Cristo crucificado acompañado de feligreses, músicos y bailarines.
En Cochabamba es habitual visitar las 7 Iglesias más tradicionales del centro de la ciudad, mientras que en los alrededores de la Plaza 14 de Septiembre, restaurantes y mercados ofrecen deliciosos platos como sajta de papalisa, sopa de pan, pescado, arroz con leche y pan dulce que lleva ajenjo entre sus ingredientes. También se acostumbra a realizar visitas en familia de atractivos espacios, como el Palacio Portales, el Museo de Historia Natural Alcides d´Orbigny, museo antropológico de la UMSS, los parques infantiles y por supuesto, el Cristo de la Concordia.
Las calles de la encantadora Tarija se visten de fiesta, decoradas con arcos de flores para que cientos de mozos y mozas, entre niños, jóvenes y adultos hagan su paso el sábado con el tradicional zapateo de la Pascua Florida. Una procesión con música y coplas que parte de la plazuela Uriondo y recorre las principales calles del centro hasta la plaza Luis de Fuentes. Tradición que es parte de la alegría del tarijeño de recibir al Cristo resucitado. También se disfruta de la gastronomía típica de la región como arvejada, carbonada, ají de llullucha, saice y platos a base de pescado como sábalo, surubí, trucha y pacú.
En el Oriente Boliviano, que comprende Santa Cruz, Beni y Pando, también se vive la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Son comunes los platos como la carbonada, el pescado, surubí, pacú, sábalo, dorado, trucha y pejerrey en sus distintas preparaciones. En los últimos años, se ha adoptado el consumo de los famosos huevos o chocolates de Pascua.
En Santa Cruz, el circuito de los templos de las Misiones Jesuíticas de Chiquitos atrae a miles de turistas que disfrutan de una extraordinaria arquitectura, cultura viva, religiosidad e historia. Poblaciones que viven la celebración al estilo traído a estas tierras por los jesuitas.
Lugares atractivos para disfrutar de la naturaleza, así como los valles de Samaipata, Vallegrande y Mairana con hoteles accesibles e interesantes paquetes que incluyen excursiones a zonas naturales o ruinas, son algunas de las alternativas para quienes desean descansar de la ciudad en estos días.