A 375 kilómetros de Buenos Aires, la ciudad de Tandil atrae a los devotos de la fe cristiana, locales y turistas. Considerada como el tercer destino turístico religioso de la provincia de Buenos Aires, y cobijada en un paisaje serrano natural y milenario, es un sitio imperdible para visitar.
Entre las muchas opciones que ofrece, quienes llegan a Tandil en Semana Santa pueden sumarse al Vía Crucis en el Monte Calvario. El lugar, inaugurado en 1943, es conocido por 14 grupos de piezas escultóricas que ilustran y recrean las estaciones del Vía Crucis, coronado con una imponente escultura de 22 metros de alto de Cristo en la Cruz, que se distingue desde varios puntos de la ciudad. El Monte Calvario es el tercero en importancia a nivel mundial, y los tandilenses se sienten muy orgullosos de ello.
El recorrido del Calvario es uno entre muchos otros actos litúrgicos que celebran los habitantes, como acompañar la Procesión y presenciar la representación de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo que se organiza cada año.
Pero, además, Tandil atrae al turismo por situarse en el centro de un maravilloso bosque de pinos, olivos, tilos y eucaliptos. Puede acercarse al Parque Independencia, donde los artesanos locales exponen sus productos de platería, cuchillería, textiles y otros, compartiendo el espacio público con los artistas callejeros que montan allí mismo sus espectáculos.
Una vez llega a la ciudad, uno de los mayores atractivos es la Piedra Movediza, una gran pieza de granito que se mantuvo oscilante en un cerro durante muchos años, y que en 1912 cayó para partirse en tres pedazos. Su réplica es la que se puede visitar actualmente y desde donde puede sacar bellas fotografías panorámicas. El Dique y el Lago del Fuerte son, también, otros de los muchos sitios que Tandil ofrece a los visitantes. Pero no se vaya sin degustar la gastronomía local,
Si llega en BoA a Buenos Aires en los días de Semana Santa, Tandil es una invitación para descubrir un lugar en el que sobrevuelan la magia y las tradiciones.