Uno de los lugares más atractivos del mundo, donde los desiertos se combinan con los cerros multicolores y las culturas originarias con sus tradiciones enaltecen el paisaje, es la mágica Puna andina.
Es en este bellísimo lugar, a 168 km de la capital salteña y a 3775 msnm que se encuentra el pueblo de San Antonio de los Cobres. Asentado al pie del Cerro Terciopelo, cuyo nombre claramente nos permite imaginar su apariencia, el pueblo, de profunda raigambre andina, conserva sus rituales y creencias, así como las técnicas ancestrales que aparecen reflejadas en sus costumbres, en su modo de vida y en la gastronomía, con sus empanadas, guisos y locros cuyas recetas fueron transmitidas de generación en generación, así como en la construcción de sus viviendas, con sus techos de caña y paredes de adobes de puertas abiertas a las visitas.
A pocos kilómetros de San Antonio de los Cobres, es posible disfrutar de una increíble obra de ingeniería de 63 metros de altura, el Viaducto La Polvorilla. En este lugar, a 4.200 metros de altura, el Tren a las Nubes se detiene para que puedas admirar el paisaje y encontrarte con el silencio de un lugar único.Un desafío para pocos es pedalear en la altura. Lograr llegar a más de 3.000 msnm exige una gran preparación física y mental. Pero el esfuerzo vale la pena para conocer paisajes impactantes como los que se aprecian en esta zona. El recorrido, además, obliga a pararse a admirar la particular fauna del lugar. Los camélidos: llamas, vicuñas y guanacos, típicos de estas alturas y utilizados como animales de carga y para obtención de lana, además del gato andino, el flamenco austral son los habitantes de este colorido territorio.
En el pueblo de San Antonio, no falta quién le ofrezca una excursión a lomo de llama, conociendo las historias de los ancestros locales y las tradiciones de este típico pueblo. Y a 35 km, un parador donde se encuentra el museo más alto del país, el Museo Regional El Mojón, donde además de conocer la pequeña capilla una hostería muy particular se convierte en un paseo obligatorio para disfrutar de la cordialidad de los vecinos.
Los infaltables tejidos en lana de llama, alpaca, oveja, como ponchos, mantas, guantes, son el souvenir perfecto para no olvidar un viaje a un pueblo maravilloso y pintoresco del norte argentino.
San Antonio de los Cobres
One of the most attractive places in the world, where deserts are combined with multicolored hills and the original cultures with their traditions enhance the landscape, it is the magical Andean Puna.
It is in this beautiful place, 168 km from the capital of Salta and 3775 meters above sea level, that the town of San Antonio de los Cobres is located. Located at the foot of Cerro Terciopelo, whose name clearly allows us to imagine its appearance, the people, of deep Andean roots, preserve their rituals and beliefs, as well as ancestral techniques that appear reflected in their customs, in their way of life and in the gastronomy, with their empanadas, stews and locros whose recipes were handed down from generation to generation, as well as in the construction of their homes, with their cane roofs and adobe walls and with doors open to visitors.
A few kilometers from San Antonio de los Cobres, it is possible to enjoy an incredible work of engineering 63 meters high, the La Polvorilla Viaduct. In this place, at 4,200 meters above sea level, the Train to the Clouds stops so one can admire the landscape and find the silence of a unique place.A challenge for few is to pedal at high altitude. To reach more than 3,000 meters above sea level requires great physical and mental preparation. But the effort is worth it to know impressive landscapes like those seen in this area. The route, in addition, forces one to stop and admire the particular fauna of the place. The camelids: llamas, vicuñas and guanacos, typical of these altitudes used as pack animals and for obtaining wool, as well as the Andean cat, and the southern flamingo who are the inhabitants of this colorful territory.
In the town of San Antonio, there is no shortage of offers for an excursion on the back of a llama, knowing the stories of the local ancestors and the traditions of this typical town.
And at 35 km, a hostel where the highest museum in the country is located, the El Mojón Regional Museum, where apart from knowing the small chapel a very special inn becomes a mandatory walk to enjoy the cordiality of the neighbors.
The inevitable fabrics in wool of llama, alpaca, sheep, as ponchos, blankets, gloves, are the perfect souvenir to not forget a trip to a wonderful and picturesque town in the north of Argentina.